Imagina lo sofisticado que es nuestro cerebro que es necesario crear tecnología para entender nuestra tecnología. En el futuro estoy seguro que econtraremos empresas que podrán deducir los patrones de pensamiento para mostrarnos publicidad, estructura de sitios, precios, colores y verdaderamente una web personalizada no solo por lo que decimos que queremos sino por lo que nuestro cerebro pide.